Hoy escribo para mí para felicitarme porque por…

Hoy escribo para mí, para felicitarme porque por fín he ido a clase. La experiencia no obstante no ha sido demasiado gratificante. Me temo que la vida real, la rutina, es un estímulo en cuanto te ocupa y te hace olvidar, no porque sea especial de algun modo.
Al despertarme ví que DaWer por primera vez desde que se fue de casa (y yo lo eliminé de fb, msn y skipe) intentó contactar conmigo. Fue sobre la una de la mañana y para decir que algo que había ingerido le había producido una reacción alergica. Yo me acosté super pronto y no me enteré del mensaje, pero igualmente al verlo por la mañana … ciertamente asombrada, no contesté. En el bus estuve dandole vueltas a eso y al hecho de que desde que no «estamos juntos» soy muy consciente de mi cuerpo. Es algo muy extraño y comentandolo con un amigo me ha dicho que quizás sea un efecto unas pastillas que me han recetado. El caso es que si me emociono por lo que sea siento muy fuerte el latido de mi corazón, mi circulación, el dolor físico es más agudo…

La sensación en clase hoy también fue «paranormal». Algo tan habitual como era para mí antes asistir a clase hoy a sido extraño, parecía estar en una burbuja, ajena a las demás personas, incluidos mis amigos. Como si no quisiera ver y escuchar el mundo. Yo lejos de las personas y ellas de mí. Vivir la vida de otra persona.
Creo que se llama soledad. Ahora cuando ya no puedo escuchar tu risa, olerte o verte por aquí, te hecho tanto tantísimo de menos. Me pregunto que estarás haciendo en cada momento, si estás bien, si comes bien, si estás aprendiendo, si tu familia se encuentra bien…
Me siento estupida, porque tú seguramente hayas conseguido pasar página exitosamente y yo sigo aquí atascada. Siento que sí, puedo volver a las clases, quedar con mis amigos, reinsertarme en el mundo real, pero no puedo detener mi mente. Y mi mente sigue persiguiendote.